Es preciso desarrollar lo que se denomina la cultura de Proyecto como herramienta estratégica de desarrollo económico para asegurar el crecimiento sustentable de la economía. El éxito de los proyectos de inversión garantiza la minimización del riesgo y la maximización del beneficio. En la actualidad la competitividad es una estrategia que deben desarrollar las empresas para sobrevivir, crecer, y da como resultado el proceso de planificación estratégica. La planificación estratégica se trata de un proceso dinámico, que atraviesa varias fases o etapas, parte del análisis de la empresa y su entorno para así identificar los puntos débiles y fuertes con respecto a su entorno competitivo. La planificación estratégica considera al entorno como algo dinámico dentro del cual las organizaciones se encuentran inmersas. En concreto la planificación estratégica da respuesta a 3 preguntas:
¿Dónde estamos hoy?
Lo que implica: Análisis de Situación, Análisis del Entorno, Análisis Interno, Análisis de la Competencia.
¿A dónde queremos ir?
Que seria los Objetivos y Metas a Largo Plazo.
¿Cómo podemos llegar a donde queremos ir?
Como mínimo debemos: Comprender los Mercados, Comprender la Competencia del Negocio, Diseñar las Estrategias Apropiadas.
Los PROYECTOS es una característica de la planificación estratégica ya que suele realizarse por niveles, partiendo de un nivel macro, una visión global de la organización, para luego profundizar en cada una de las unidades funcionales de trabajo, estableciendo los objetivos, estrategias y metas especificas para cada área organizativa, es aquí donde entran los proyectos como una herramienta concreta.
Existen muchas definiciones de Proyecto a mi criterio estoy de acuerdo con la definición de que “es un plan prospectivo de una unidad de acción capaz de materializar algún aspecto de desarrollo económico o social”.
Se podría afirmar que la principal característica de un proyecto es la intención de realizar algo con la finalidad de generar cambios en una situación dada, alcanzar un objetivo, así mismo otra característica importante es su vinculación con el entorno, aspecto importante tal y como lo resalta las Naciones Unidas (ONU) y el Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (ILPES).
En la actualidad desarrollar una idea empresarial con éxito requiere la adopción de un enfoque racional, si consideramos a la empresa como un sistema de producción, para poderlo poner en marcha se deben dar dos etapas:
Primera: Etapa de Diseño, que implicaría lo que podemos llamar decisiones a largo plazo o estratégicas que afectan la vida de la empresa.
Segunda: Etapa Operativa, referida a las decisiones a largo plazo el día a día de la empresa, comprende la administración de las funciones esenciales y complementarias para asegurar la operatividad de la empresa.
Un proyecto diseñado bajo el enfoque de planificación estratégica se convierte en el instrumento o herramienta que permite articular la visión de lo que se quiere lograr con la empresa y como hacer de para llegar allí. El aprovechar la metodología de la planificación estratégica nos permite ir construyendo de manera sistemática y ordenada el concepto de negocio que es mejor que se adapte a la situación particular en que se desenvolverá. Así mismo establece bases confiables para la toma de desiciones a largo plazo que se deben tomar en las principales áreas funcionales de un nuevo negocio como son su mercadeo, producción, finanzas, recursos humanos entre otros.